Era una tarde de algún mes lluvioso de Bilbao. Zurgai
organizó un encuentro de poetas en los locales de la Kutxa y allí fuimos los chicos de Siete x siete poetas por su pueblo. Esa tarde
conocí a José Agustín Goitisolo, con el que mantuve, más de una década de relación epistolar. José Agustín tenía la tez gris del tiempo y un relato firme
como sus versos. En pie, en el escenario, no dudó en declarar su niñez
barcelonesa de bombas y tragedia, de dolor y hambre, de frío y miseria. Supo contarnos
su historia y depositarla, como una carta, en nuestros corazones.
… “yo os digo aunque le atéis las manos a la vida
aunque pongáis al hombre de cara a la pared
ha de llegar la hora de su resurrección de su destello de
oro….”….
José Agustín Goitisolo, Salmos
al viento (Editorial Lumen, 1980)
No hay comentarios:
Publicar un comentario