Hace unos días volví a ver Un franco, 14 pesetas y me gustó más que la primera vez. La peli de
Carlos Iglesias elude los tópicos, huye de los excesos, no hay gritos ni
aspavientos, sencillamente cuenta una historia semejante a mil historias
vividas en los años 60 (antes y después). Me gusta el tono narrador, la
interpretación limpia (Carlos Iglesias, Javier Gutiérrez, Nieve de Medina,
Isabel Blanco, Iván Martín, Tim Frederick, Eloisa Vargas, Aldo Sebastianelli,
Ángela del Salt e Isabelle Stoffel. Me gusta lo que dice el guión y cómo lo
dicen, y hoy me entero (vía radio) que pronto se estrena Dos francos, 40 pesetas, ya en tono de comedia. La industria del
cine español se ha ganado el respeto, a pulso, y a millones de espectadores, a
pesar del boicot del Gobierno. Sé que se va a ganar cada vez a más, lo mismo
que sé que no todo lo que se hace es bueno, como en todas las industrias y
gremios. He dicho ya que Un franco, 14
pesetas es un filme para ver despacio?
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