Homenaje a las muchas Carminas a las que les importa un
bledo la talla de sostén, porque el desayuno de sus hijos tiene prioridad. Esta
Carmina o revienta es la cara, el
espíritu y la filosofía de millones de mujeres sumidas en la lucha diaria, esa
cuyo horizonte agoniza cuando los chavales se duermen y tú, cierras los ojos cuando
cierras las persianas, para que, hasta mañana, no entre más luz, ni se mueva un
pelo. Con dos pelotas, ponen orden y ordenan, hacen y hacen hacer, miran para
que mires más allá de su cielo y encuentres ese paraíso negado y renegado.
Carminas, Lolas, Pepas, Manolis, Dolores… madres, mujeres, trabajadoras,
peleonas, insurrectas, divinas con sus labios pintados y sus tacones desconchados.
La clase va por dentro. Carmina y Amén.
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